Son perros especiales para este tipo de trabajo, suelen ser golden o labradores, pero puede servir cualquiera que este condicionado para la asistencia terapéutica y que sean estables mentalmente.
Los perros además de darnos su cariño particular, con la ayuda de un psicólogo también pueden ayudar a personas con discapacidad intelectual, síndrome de down, o discapacitadas físicas a sentirse queridas o a salir más a la calle.
Hay niños con síndrome de down o discapacidad intelectual que con las personas no tienen ese cariño especial, sin embargo con un perro pueden tener tanta confianza como para incluso abrazarlos y hablarles.
Ha habido casos en los que han llegado a dejar con la boca abierta a sus mismos cuidadores o padres ya que a los psicólogos que van con los perros les llegan a decir que con esa persona no podréis conseguir nada, o esta otra no puede levantar el brazo, o tal persona no puede hablar nada… sin embargo, si los relacionas con un perro de asistencia, la persona que no podía levantar el brazo, lo levanta e incluso le tira la pelota, o la persona que no habla, le puede llegar a contar muchas cosas a un perro.
El perro de terapia, también tiene el trabajo de conocer el terreno en el que se desenvuelve, y saber cuando se puede entrar al aula con la persona con el problema, lo cual hacen a las mil maravillas.
Existen casos en los que el perro decide cuando la persona con el problema mental esta dispuesta a que entren con ella, por ejemplo, el perro se detiene en la puerta, o entra pero da vueltas, eso es síntoma que la persona no esta dispuesta a ser ayudada, cuando el perro se queda tranquilo al lado de ella, es cuando los terapeutas entran en la sala, y hacen sus juegos y rutinas, siempre con el perro presente, ya que el perro les calma y tranquiliza.
El perro ya es un gran amigo del hombre, pero el perro de terapia lo es más si cabe, ya que pueden ayudar a las personas con problemas mentales a sentirse mejor, o a que se sientan mejor los que están alrededor de ella.
Los perros además de darnos su cariño particular, con la ayuda de un psicólogo también pueden ayudar a personas con discapacidad intelectual, síndrome de down, o discapacitadas físicas a sentirse queridas o a salir más a la calle.
Hay niños con síndrome de down o discapacidad intelectual que con las personas no tienen ese cariño especial, sin embargo con un perro pueden tener tanta confianza como para incluso abrazarlos y hablarles.
Ha habido casos en los que han llegado a dejar con la boca abierta a sus mismos cuidadores o padres ya que a los psicólogos que van con los perros les llegan a decir que con esa persona no podréis conseguir nada, o esta otra no puede levantar el brazo, o tal persona no puede hablar nada… sin embargo, si los relacionas con un perro de asistencia, la persona que no podía levantar el brazo, lo levanta e incluso le tira la pelota, o la persona que no habla, le puede llegar a contar muchas cosas a un perro.
El perro de terapia, también tiene el trabajo de conocer el terreno en el que se desenvuelve, y saber cuando se puede entrar al aula con la persona con el problema, lo cual hacen a las mil maravillas.
Existen casos en los que el perro decide cuando la persona con el problema mental esta dispuesta a que entren con ella, por ejemplo, el perro se detiene en la puerta, o entra pero da vueltas, eso es síntoma que la persona no esta dispuesta a ser ayudada, cuando el perro se queda tranquilo al lado de ella, es cuando los terapeutas entran en la sala, y hacen sus juegos y rutinas, siempre con el perro presente, ya que el perro les calma y tranquiliza.
El perro ya es un gran amigo del hombre, pero el perro de terapia lo es más si cabe, ya que pueden ayudar a las personas con problemas mentales a sentirse mejor, o a que se sientan mejor los que están alrededor de ella.
Fotografia cedida por canem terapia