lunes, 11 de junio de 2012

El teléfono, un arma contra la depresión


"Le escucho". Con aquellas dos palabras Frasier Crane, el psiquiatra snob protagonista de la serie Frasier, se convertía en la estrella de la radio a través de su programa de asistencia psicoterapéutica. La sitcom cómica estadounidense trataba en las figuras de sus protagonistas, Frasier y Niles, un debate que sigue de plena actualidad: la teleterapia frente a la clásica psicoterapia de consulta.

Para algunos especialistas, la imagen de los psicoterapeutas en sus consultas y sillones al estilo woodyliano está dando paso progresivamente a una terapia telefónica que busca aprovechar su carácter móvil y directo para llegar donde el paciente esté y, sobre todo, consolidar y enganchar a aquel con problemas de depresión en el tratamiento psicoterapéutico de forma más eficaz que acudiendo a la consulta.

Por lo menos esa es la conclusión a la que han llegado varios investigadores de la Northwestern University (EEUU) según publican en Journal of the American Medical Association (JAMA) tras realizar un ensayo aleatorio controlado de 325 pacientes con trastornos depresivos que siguieron un tratamiento de 18 semanas. "Nuestro estudio encontró que la psicoterapia realizada a través del teléfono es altamente eficaz, ya que los que seguían esta forma de terapia conseguían completar esas 18 semanas en mayor medida que los que lo hacían cara a cara con su terapeuta", subraya David Mohr, autor principal del estudio y profesor de Medicina Preventiva en dicha universidad. Ayuda para superar barreras Para Mohr, la principal ventaja que se desprende de este estudio es que "gracias al teléfono se evitan ciertas barreras de acceso al tratamiento presencial con el terapeuta, entre las que se encuentra la falta de tiempo para trasladarse a la consulta o los desafíos emocionales, ya que una característica de la depresión es la falta de motivación para hacer cosas, entre ellas acudir al especialista. Esto lleva a que en muchas ocasiones se abandone la terapia".

Concretamente, según los datos de este estudio, un 21% de los pacientes que recibieron terapia cognitivo-conductual a través del teléfono abandonó la terapia; en contraste con el 32,7% que la dejó tras acudir unas pocas semanas a la consulta. Precisamente, para Miguel Ángel Vallejo, catedrático de terapia cognitiva-conductual de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), la clave de los beneficios que explican este estudio se encuentra en la de superar las barreras. "Utilizar un teléfono o internet no es sustitutivo del trabajo de un psicoterapeuta, es simplemente una herramienta terapéutica más y tiene resultados positivos, por ejemplo a través del teléfono muchas personas se abren más a contar lo que les afectan. Además, muchas investigaciones lo avalan", explica.

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